Gesto Arquitectónico

 El gesto arquitectónico es esencia del orden y origen de la creación. Encarna la naturaleza dual de la arquitectura, equilibrando funcionalidad y expresión.

Por un lado, la funcionalidad proporciona un marco estructurado que garantiza que los edificios sirvan eficientemente a los fines previstos. Es como los huesos de una estructura, brindando soporte y estabilidad.

Por otro lado, la expresión permite que florezcan la creatividad y la inspiración. Es el arte lo que da carácter y significado a los edificios, convirtiéndolos en algo más que espacios funcionales.

La clave es encontrar el equilibrio entre ambos. Demasiado énfasis en la funcionalidad puede resultar en diseños aburridos y sin inspiración, mientras que demasiado énfasis en la expresión puede conducir a edificios poco prácticos e ineficientes.

Cuando la funcionalidad y la expresión trabajan juntas en armonía, es cuando la arquitectura realmente brilla. Se trata de crear espacios que no sólo cumplan su propósito sino que también inspiren y eleven a las personas que los habitan.

El gesto arquitectónico consiste en crear belleza y significado en el entorno construido, enriqueciendo nuestras vidas y conectándonos con el mundo que nos rodea.